Introducción
Hubo una vez un pirata que apasionado por las playas de Huatulco,
regresó una y otra vez llevándose las cosas más
bellas que a su paso encontraba. Este pirata llamado Tomás
Cavendish, ha dejado una fascinante historia y por supuesto jamás
pudo llevarse la belleza de las Bahías de Huatulco. El esplendor
del océano Pacifico se entreteje con la belleza de 36 playas
en nueve bahías de agua cristalina y de manso oleaje, donde
la naturaleza y la mano del hombre mimetizan con armonía.
Cultivos
de café, enclavados entre montañas, ceibas y orquídeas
con brisa de cascadas y melodías de aves exóticas...
ahí donde se esconde la mirada astuta del venado, tras el
lejano rugir del jaguar, son los caminos andados con pasión
y esperanza en la cosecha. Caminos que invitan a un paseo mágico
en Fincas cafetaleras, donde le espera preparada una mesa llena
de color y sabor en una mezcla de culturas.
Historia
Con referencia a estudios de la región, se sabe que cuando
los mexicas llegaron a este lugar, lo nombraron Cuahtolco, que significa "lugar
donde se adora el madero"; con el paso del tiempo la palabra
cambió al actual nombre de Huatulco.
Al principio de la dominación española, Huatulco fue
utilizado ampliamente como puerto comercial, logrando un verdadero éxito
que provocó las incursiones de piratas: Drake en 1578 y Tomás
Cavendish en 1587. En la época de Independencia de México,
fue aquí donde se consumó la traición a Vicente
Guerrero, quien poco antes era presidente de la República
Mexicana. La playa donde fue desembarcado se denomina La Entrega,
misma que se localiza en la bahía Santa Cruz.
En 1850, el Lic. Benito Juárez, gobernador de Oaxaca, visitó la
costa del Pacífico y fundó la Villa de Crespo
en lo que hoy es Huatulco.
En 1969, el gobierno mexicano decidió dar fuerte impulso
al turismo, en especial a aquel cuyo destino eran las playas.
Fue entonces cuando se hizo la exploración del territorio nacional, en
busca de sitios adecuados para la creación de desarrollos
turísticos integrales. Al sobrevolar la zona del Pacífico,
se descubrieron las maravillosas y fascinantes bahías
de Huatulco, cuyas características resultaron óptimas para que el
lugar fuera considerado para formar parte del proyecto. Lo que más
llamó la atención fueron sus encantadoras y tranquilas
playas, de blanca y fina arena, bañadas por las suaves
olas del mar.
En 1983, cuando se concluyeron las carreteras Puerto Escondido-Salina
Cruz y la de Oaxaca-Pochutla, FONATUR dio inicio a los trabajos
del complejo turístico de Bahías de Huatulco, el cual quedó comprendido
en nueve bahías naturales. En ese tiempo la bahía
Santa Cruz era el principal asentamiento humano del lugar,
cuyos habitantes estaban dedicados a la agricultura y a la
pesca de subsistencia.
Actualmente su desarrollo ha avanzado considerablemente, logrando
adquirir con esto su indiscutible fama, tanto a nivel nacional
como internacional. Está dotado de una excelente infraestructura
turística, entre lo que cabe recalcar su hotelería,
restaurantes, centros nocturnos, discotecas y campos de golf,
distribuidos principalmente en las bahías Santa Cruz,
Tangolunda y en el sector urbano de La Crucecita.
Cuenta también con adecuadas vías de comunicación
y un moderno aeropuerto internacional, ubicado a 19 kilómetros
(11.80 millas) de la zona hotelera.
Con todo lo anterior, Bahías de Huatulco se ha convertido
en un verdadero paraíso mágico, donde el visitante
puede disfrutar de sus múltiples bellezas naturales.
VER LA HISTORIA EN 3 ACTOS: |
© Fondo Mixto de las Bahías de Huatulco
Sitio diseñado por E y P, Bahías de Huatulco, OAX, México
http://www.huatulco.com.mx